jueves, 3 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ UN DÍA TAN MARAVILLOSO TENÍA QUE ACABAR EN LÁGRIMAS?

Esto pensaba Victoria tumbada en la cama mientras escuchaba a los Black Eyes Peaces.
Había sido un día genial. El sol había brillado durante todo el día. Había mantenido conversaciones animadas con sus amigos (superficiales, pero divertidas). Había tenido un tranquilo paseo en su moto negra y la minisonrisa se había ensanchado unos centímetros. ¡Y ni siquiera se había peleado con sus hermanas!

Pero había llegado ella, su madre. Con sus gritos, sus ordenes y todas sus gilipolleces y lo había fastidiado todo.

Con la llegada de la noche, la tristeza se volvió a instalar en su corazón. Con la caída del sol, su felicidad se enterró.
-Ejl-



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